La ruta del Queso es un recorrido turístico y gastronómico que permite a la gente que lo toma conocer acerca de la elaboración del queso, desde la producción de la leche hasta su transformación en distintos tipos de quesos artesanales.
Melipilla se ha posicionado como un importante centro productor de quesos en Chile, destacando por la variedad y calidad de sus productos lácteos como el manjar, yoghurt, mantequilla y quesillo. Esta tradición quesera esta en un entorno rural que conserva vivas las costumbres del campo chileno. Aunque la comuna ya cuenta con atractivos turísticos consolidados como Pomaire, El Lago Rapel y la laguna Esmeralda, al igual que la ruta del queso ofrece una alternativa turística por Mallarauco, Codigua y Puangue, su fuerte identidad ligada a la producción de queso le otorga un gran potencial para impulsar el agroturismo.
Hay cientos de variedades de quesos distintos producidos en todo el mundo, y todos están hechos de diferentes recetas, técnicas, procesos de elaboración y hasta secretos comerciales.
Sin embargo, todos los diferentes quesos cuentan con el mismo proceso básico de elaboración desde la granja lechera hasta nuestros platos.
Debido a la diversidad geográfica de nuestro país es que se nos ofrece una oferta quesera única, las principales zonas productoras de quesos son el Sur de Chile, en especial La Araucanía, Los Ríos y los lagos, todo gracias a su clima húmedo el cuál potencia las praderas naturales para la crianza del ganado lechero.
En Chile, la cultura culinaria se destaca por la diversidad y calidad de sus productos locales, y los quesos no son la excepción.
Hay una amplia variedad de sabores únicos y exquisitos propios de los quesos chilenos, algunos de ellos son:
– Cabrales: Un queso de cabra semi-curado con un sabor suave y cremoso, perfecto para disfrutar solo o acompañado de frutas frescas.
– Chanco: Un queso de cerdo madurado con una textura firme y un sabor intenso, ideal para degustar con un buen vino tinto.
– Gruyere Chileno: Una versión local del clásico queso suizo, con un sabor profundo y una textura firme, ideal para fundir en una deliciosa raclette.
– Oveja Azul: Un queso de oveja azul intenso y picante, ideal para los amantes de los sabores fuertes y audaces.
El queso tiene proteínas de alto valor biológico y es fácil de digerir, incluso para algunos intolerantes a la lactosa si eligen quesos maduros como cheddar o parmesanos. Aporta proteínas completas, útiles para reparar tejidos y formar enzimas y hormonas.
Además, su contenido en calcio, fosforo y vitamina D ayuda a mantener huesos fuertes y prevenir la osteoporosis, sobre todo en adultos mayores.
El queso, aunque nutritivo, puede ser problemático por su alto contenido en sodio, grasas saturadas, calorías, lactosas, aditivos, aminas (aminoácidos) y, en el caso de los no pasteurizados, bacterias peligrosas.
Algunos tipos sin sal, bajos en grasas o curados pueden ser opciones más seguras, siempre con consumo moderado.
En esta comuna el recorrido comienza con la visita a la Quesería de Leche de Vaca con el tradicional Queso Chanco Amarillo, para luego visitar el Convento de las Carmelitas descalzas, Se almuerza en el mejor Restaurante de la Provincia de Melipilla comida chilena, o si usted tiene algún menú especial en mente, lo podemos realizar.
El origen del queso se remonta a la época de la antigua Mesopotamia, donde se descubrió que la leche se puede transformar en queso mediante la coagulación de las proteínas. Desde entonces, el queso ha evolucionado mucho, pasando por la antigua Grecia y Roma, hasta llegar a la Edad Media, donde el queso se convirtió en una parte fundamental de la dieta europea.
En la actualidad, hay una gran variedad de quesos en todo el mundo, cada uno con un sabor y textura únicos, desde el suave y cremoso queso brie hasta el fuerte y salado queso azul. Además, la producción de queso se ha vuelto cada vez más sofisticada, con tecnologías modernas que permiten a los productores crear diferentes tipos de queso con sabores únicos.
Tradicionalmente, el vino y el queso provenientes de la misma zona se han servido juntos durante generaciones, así lo demuestran algunos registros. Desde un contexto histórico, esto tiene mucho sentido, ya que muchas variedades de queso y vino son provenientes del mismo pueblo, y en muchos casos, de la misma granja. Esta proximidad ha contribuido especialmente en la combinaron de recetas regionales para vino, queso y otros platos locales, las cuales han sido transmitidas de generación en generación. Actualmente, estas combinaciones siguen presente en nuestra oferta culinaria.
Existe evidencia científica de que los nutrientes a base de lácteos, específicamente los péptidos generados durante la digestión de las proteínas lácteas, tienen propiedades antioxidantes beneficiosas, lo que significa que tienen la capacidad de eliminar estas moléculas oxidantes.